Muchas personas se enteran qué es la propiocepción cuando algo les ha afectado este sentido, queremos resaltar esta importante función cerebral que nos permite hacer cosas sin que siquiera lo pensemos.

 

¿Qué es la propiocepción?

La propiocepción es el sentido que nos permite percibir la ubicación, el movimiento y la acción de las partes del cuerpo. Abarca un conjunto de sensaciones, incluyendo la percepción de la posición de las articulaciones y su movimiento, la fuerza muscular, y el esfuerzo. Estas sensaciones se originan de las señales de los receptores sensoriales en el músculo, la piel y las articulaciones, y  señales centrales relacionadas con los estímulos motores.

Para que te hagas un idea, si te encuentras en un cuarto oscuro sin que puedas ver nada en absoluto, el sistema propioceptivo se encarga de enviar información al cerebro de la ubicación de cada parte de nuestro cuerpo, si empiezas a caminar será este sentido el que te ayudará a orientarte en el espacio, este sistema actúa en todo momento y con todos los movimientos que hacemos, la comunicación con el cerebro se hace a través de nervios receptores que se encuentran ubicados en los músculos, articulaciones, ligamentos, tendones y huesos.

 

¿Para que sirve el sistema propioceptivo?

 Más allá del sentido de ubicación, el sistema propioceptivo es un sistema de alta teconología humana  que trabaja sin que nos demos cuenta:

Imaginemos que estamos esquiando (o jugando a futbol…) y en uno de las rotaciones, la rodilla derecha “gira“ un poco más de lo normal. En cada giro, los ligamentos y receptores de la articulación de la rodilla están enviado información del estiramiento de los ligamentos, posición de esto al cerebro. El Sistema Nervioso Central reacciona a esta información ordenando la contracción y relajando el cuádriceps para permitir este movimiento. En ese momento, el ligamento cruzado anterior envía la orden que se está estirando más de la cuenta y hay peligro de romperse. Es entonces cuando el sistema propioceptivo entra en funcionamiento. El cerebro envía la orden inmediata de reaccionar. Ya sea contrayendo más fuerte el cuádriceps o haciendo que nos tiremos al suelo. Evitando así la ruptura del ligamento cruzado. (Ejemplo tomado Grupo Hospital Clinic Dr. Sergi Sastri)

 

Entrenar la propiocepción

Cuando hablamos de entrenamiento de propiocepción o de entrenamiento propioceptivo, estamos refiriéndonos a un entrenamiento más bien neuromuscular con el que buscamos potenciar la toma de consciencia y de sensibilización de las estructuras musculares, articulares, tendinosas y óseas para mejorar la respuesta del cerebro.  Esto en deportistas ayudará muy especialemente a afinar las respuestas de su cuerpo y a evitar posibles lesiones.

Mientras más jóvenes lo hagamos más fortalecido estará nuestro sistema para la edad adulta en la que se comienza a deteriorar este sistema especialmente en personas que se debilitan tanto desde la parte oseomuscular, como neuronal, este deterioro se expresa en torpeza motriz: dificultad para  caminar, mantener cabeza y cuerpo erguidos, realizar actividades coordinadas con las dos manos y manejar herramientas. También se observa falta de concentración, por inquietud postural, rigidez de tronco y ausencia de noción de peligro.  Los adultos mayores deben entrenar su propiocepción con más intensidad para evitar caídas y lesiones.