SEGUIMIENTO QUIROPRÁCTICO

Primera fase

La primera fase es intensiva. A partir del momento que la causa de los síntomas está establecida, el objetivo es aliviar el dolor y/o disminuir los síntomas lo más pronto posible, tratando la o las subluxaciones vertebrales diagnosticadas. Eso permitirá frenar el proceso de degeneración de la columna; así se evitará la aparición de daños vertebrales suplementarios.

SEGUIMIENTO
segunda fase

La segunda fase es correctiva. Continúa con el tratamiento de la sintomatología. El objetivo de esta fase es corregir la subluxación vertebral responsable del problema inicial; así que se actuará sobre las otras desviaciones vertebrales que están vinculadas. Eso permitirá a la columna reencontrar un mejor equilibrio estructural y se estabilizará. En algunos casos se podrá dar marcha atrás al proceso de degeneración ósea.

SEGUIMIENTO
tercera fase

La tercera fase está marcada por un alivio notable de los síntomas. El tratamiento quiropráctico debe continuar con el fin de permitir que el sistema esquelético se adapte al nuevo equilibrio vertebral, discal, muscular y de los ligamentos. Interrumpir el tratamiento en este punto conllevará a una recaída porque no se puede confundir el alivio temporal con la sanación. Durante esta fase los ajustes consisten en tratar la columna vertebral para que su nueva biomecánica se acerque más a la normalidad, con una flexibilidad y una movilidad óptimas.

Terminando esta fase realizaremos una reevaluación del paciente, de su condición y observaremos los progresos obtenidos desde la primera consulta. El doctor hará un balance sobre los consejos dados durante las fases anteriores, le indicará cómo introducir unos cambios en su estilo de vida a largo plazo, y en el caso aplicable, le propondrá nuevos ejercicios. Algunos pacientes necesitarán un tratamiento de refuerzo o mantenimiento con el fin de conservar los beneficios obtenidos.

Prevención

La etapa de mantenimiento es muy importante, mediante de la tercera fase, “desacostumbrar” el cuerpo a esta tendencia para que la recuperación sea duradera y no solo temporal. Estamos expuestos a ciertos niveles de estrés tanto físico como psíquico de la vida cotidiana (esfuerzos, malas posturas, caídas, estrés emocional etc.), ciertas personas necesitarán un tratamiento de refuerzo o de mantenimiento con visitas periódicas para dar continuidad a su bienestar y no reincidir en antiguas o nuevas dolencias.  En general las personas en mantenimiento quiropráctico optan por una vida de bienestar, previniendo muchos problemas de salud.