¿Por qué incluir esta maravillosa práctica en tu vida? La quiropráctica es una disciplina que puede ayudar a impulsar el buen funcionamiento de todo tu cuerpo: órganos, tejidos, músculos, células y los sistemas en general, promoviendo el bienestar desde niños, pasando por todas las edades hasta los adultos mayores.
El sistema nervioso es nuestra central de inteligencia
Para comprender cómo la quiropráctica opera, es necesario comprender cómo funciona nuestro sistema nervioso central, compuesto por nuestro cerebro, tronco cerebral y médula espinal, ésta última que se encuentra alojada en la columna vertebral. ¡Esto sucede en tu cuerpo todo el tiempo! Definitivamente debemos conocer este hermoso proceso.
La quiropráctica se basa en una premisa: la buena salud depende de un sistema nervioso que funcione correctamente. Dentro de la columna vertebral está contenida la médula espinal, ésta compone de los conductos nerviosos que salen desde el cerebro y retornan hacia él, en una constante comunicación. En cada nivel vertebral emanan las raíces nerviosas, éstas gobiernan la función y sensaciones de todas las partes del cuerpo y los órganos internos.
El sistema nervioso regula el funcionamiento de los órganos y vísceras, sistema cardiovascular, la respiración y el control central de las secreciones hormonales de las glándulas endocrinas (por ejemplo el estrés y la ansiedad aumentan el cortisol, la cortisona humana). Ambas funciones del sistema nervioso, la mental y la reguladora están influenciadas entre sí mutuamente. El estado de nuestra mente, nuestras percepciones y emociones se refleja en el resto del organismo mediante la secreción de neuropeptidos, neutrotransmisores y hormonas que actúan sobre todas las células del organismo e incluso modula la respuesta inmune, hasta el punto que es posible condicionar respuestas inmunitarias mediante condicionamiento clásico. El sistema nervioso conecta directamente nuestra mente y nuestras emociones con los efectos en el organismo de las mismas.
Cómo actúa la quiropráctica
Pequeños desplazamientos en las vértebras, que se dan por malas posturas al dormir, al trabajar, al hacer ejercicio y en las actividades del nuestro día a día crean un achicamiento de los huecos por donde salen los nervios aprisionándolos, esto impide la comunicación que hace el cerebro a lo largo de los nervios de la médula espinal para cumplir las funciones de los órganos en los diferentes sistemas, no sea adecuada y esto comienza a generar un deterioro del funcionamiento.
A través de los ajustes quiroprácticos se logra alinear las vértebras, para que los nervios que salen a través de la columna vertebral recuperen su espacio y puedan enviar los mensajes a las diferentes partes de nuestro cuerpo, así el cerebro puede percibir todo el cuerpo generando un funcionamiento óptimo.
Los quiroprácticos ajustan las zonas de la columna tras un minucioso examen de acuerdo a cada paciente, tocando y palpando la espina, testeando los músculos, presionando puntos específicos para determinar el ajuste que ayudará a optimizar el funcionamiento en cada caso. Es como llevar el carro a un taller y que hagan un diagnóstico de cómo está funcionando ese aparato que somos cada uno de nosotros.
¿La quiropráctica es para todos?
Sí, mientras más temprano incorpores la quiropráctica en tu vida, más beneficios podrás sacar de ella, pues un buen quiropráctico siempre te dará recomendaciones para mejorar tus hábitos de vida, pues él tiene una mirada global de todo tu cuerpo. Incluso puedes recibir ajustes estando en embarazo y tu bebé podrá ser un paciente futuro, pasando por todas las edades hasta los adultos mayores para tratar dolencias y síntomas específicos.
Descubre la quiropráctica y sácale el mejor provecho en todos los ámbitos de tu salud.
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