Si estas atravesando por un momento difícil en el que te sientes afligido, triste, bajo de energía, altamente estresado, no lo pienses dos veces, ven a las manos de nuestro quiropráctico.

 

 

Recomendaciones antes de consultar

Poner en orden las ideas que pasan por tu cabeza en un momento difícil es una de las cosas que puede ayudarte a recuperar el equilibrio y el bienestar.  Tómate un tiempo a solas y respira profundamente puedes decir mentalmente o escribir en un papel los siguientes aspectos para identificar las emociones que te atraviesan:

La Situación

Lo primero que te recomendamos hacer es tomar un tiempo para reconocer cuál es la situación que está generando malestar y qué es lo exactamente lo que estás sintiendo, por ejemplo, dificultades económicas, terminación de una relación amorosa, duelo por la muerte de un ser querido, pérdida de tu proyecto laboral o profesional.  Puedes escribirla o repetir mentalmente “en este momento estoy viviendo una experiencia con _______________(situación específica que estás viviendo).  Esto es temporal y estoy dispuesto a aprender de esto”

El Cuerpo

Luego de reconocer esa situación identifica las sensaciones que sientes en el cuerpo y las emociones:  escanea tu cuerpo y trata de reconocer donde tienes tensión acumulada, generalmente en la cabeza, cuello, hombros, omoplatos, espalda, mandíbula, brazos.   Toma un papel y escribe en qué puntos de tu cuerpo sientes tensión.

La Emoción

Todas las personas reaccionamos de manera diferente ante las situaciones difíciles, la idea es que puedas tener claridad de qué es exactamente lo que estas sintiendo para que puedas elaborarlo y recuperarte, te describimos algunas emociones, revisa con cuales te sientes identificado sin juzgarte, ni recriminarte, es muy importante darle lugar a la emoción para “digerirla”.

 

  • Ira: te sientes irritable, no toleras lo que las personas alrededor te dicen sobre la situación.  Tienes ataques en los que sientes rabia, enojo, cólera, furor, furia, indignación, irritación.
  • Impotencia:  te sientes totalmente vulnerable y sin fuerza para sobrellevar la situación, puedes expresarlo como imposibilidad, inutilidad, incapacidad, minusvalía, ineptitud, insuficiencia, deficiencia, falta, carencia, agotamiento, debilidad, frialdad, indiferencia.
  • Tristeza y melancolía:  un profundo dolor con el se siente derrotado, débil y afligido, sin fuerzas y sin ganas de hacer nada, sientes pena, desconsuelo, aflicción, amargura, quebranto, desdicha, nostalgia.
  • Angustia y ansiedad:  una sensación de mucho desespero la gran parte del tiempo, en estado pensamientos muy negativos están activos en la mente por mucho tiempo, esto genera: desasosiego, intranquilidad, zozobra, angustia, ansia, congoja, desazón, inquietud, preocupación.

Identificar estas cosas básicas te ayudará a tener más claro los puntos a trabajar y servirá de guía para que el quiropráctico entienda tu situación para aplicar ajustes que te ayuden a mejorar estos síntomas.

Quiropráctica como ayuda alternativa

A través de ajustes quiroprácticos podrás restablecer todo el sistema nervioso elimando las interferencias y a librerar la tensión acumulada por estas emociones que estás teniendo, será una herramienta que te ayudará a gestionar la situación, te sintirás con más capacidad para continuar tu proceso de aprendizaje por la experiencia vivida, estos son algunos de los beneficios que te da la quiropráctica:

  • Mejorar el funcionamiento nervioso para pensar con mayor claridad y sentirte más alerta.
  • Aumentar la flexibilidad y movilidad del cuerpo y columna vertebral.
  • Ayudarte a dormir, descansar y regenerarte más eficazmente.
  • Aumentar el bienestar emocional.
  • Reducir los dolores y molestias tales como el dolor de espalda cervical y dolores de cabeza.
  • Mejorar la capacidad de tolerar el estrés.
  • Incrementar la capacidad para estar bajo presión y de desconectar cuando sea el momento.